La pieza indaga en las conexiones que hay entre la danza tradicional vasca y la danza contemporánea, reuniendo así ambos mundos. Establece un diálogo coreográfico desde un lenguaje contemporáneo con la cultura vasca, reinventando elementos de la tradición. La txalaparta, instrumento de percusión, impregna la obra de carácter vasco y aporta contemporaneidad por sus propiedades de atonalidad y su capacidad de innovación y experimentación.
BIRAKA es un reto personal, un deseo de indagar en mi memoria y realizar un viaje entre el cuerpo que fui y el que soy. Un homenaje a mis raíces. La escena se convierte en un espacio donde expresar, desde un lugar personal, lo más profundo de las raíces (origen e inicio), absorbiendo todo lo que necesitan mientras giran sobre sí mismas o alrededor de otras (desarrollo), enriqueciéndose y dando lugar a un nuevo espacio: el mío.
Nerea Martínez, nacida en Portugalete, empieza a bailar en el grupo de danza y música tradicional Elai-Alai, a quien debe su virtud y curiosidad por la danza. Su trabajo como creadora comienza de esta inquietud de indagar en sus raíces. En 2017 crea el solo BIRAKA donde, lo contemporáneo dialoga con la cultura vasca. Pero si hay algo que caracteriza su trabajo es el uso de elementos escénicos que comparten espacio con el cuerpo en movimiento, buscando el detalle, aportando elegancia y estética a la escena, al igual que su precisión y minuciosidad en el cuerpo. Se forma en danza clásica con Ana Rosa Tercero y en danza contemporánea de la mano de Matxalen Bilbao. Actualmente trabaja para la Cía. de Teatro Markeliñe. En 2018 recibe el premio a la Mejor Intérprete Femenina por su papel en Euria en el festival FITC de Bucarest. En 2020 recibe el premio Eszenabide al mejor proyecto artístico por Abrazo.