Costa de marfil no suele ser de los destinos que una tiene entre sus principales sueños viajeros, pero cuando una se pone a investigar… enamora. Os proponemos una ruta donde la combinación de planes de naturaleza y culturales lo hacen más que interesante. En el país hay más de 60 etnias, por lo que el viaje tiene un toque antropológico único. Y si añadimos sus creencias animistas y sus ritos ancestrales, entre los que se encuentran las danzas la música, los fetiches… alucinaremos. El animismo, su cosmovisión y sus ritos harán las delicias de las más interesadas en la cultura y la historia.
Además, se trata de un país con unas infraestructuras y una seguridad muy avanzadas. En definitiva, es un viaje experiencial y sensorial difícil de explicar desde la racionalidad y con un valor etnográfico incalculable.